Fui invitado por unos jóvenes de Tudela para dar una charla sobre Soberanía Alimentaria, cosa que me lleno de alegría.
Por definición, Soberanía Alimentaria, es el derecho que tienen los pueblos a alimentarse.
Todos entendemos esto cuando hablamos de los países pobres, donde se pasa realmente hambre. Todos entendemos que por muy pobres que sean, tienen el mismo derecho a comer que todos. En nuestros países, como no se pasa hambre, el concepto parece que ya no lo entendemos igual.
Pero nada más lejos de la realidad. En el momento que se va monopolizando el sector de la alimentación y cada vez está en menos manos la comida, vamos de alguna forma concentrando el poder en menos manos y perdiendo el derecho a decidir sobre los alimentos.
Cada vez más, se especula con los precios, con los mercados de la alimentación, los alimentos comienzan a jugar en bolsa,… ¡CUIDADO! La alimentación pasa a ser un juego y cómo decían nuestros padres, ¡CON LA COMIDA NO SE JUEGA!
Esta es en definitiva la tendencia a la que nos lleva este modelo de consumo.
Y preguntamos entonces, ¿Yo que soy uno, puedo hacer algo para cambiar esta tendencia? ¿Por lo que yo haga, va a cambiar algo? Dice la famosa frase: “Nadie comete mayor error que el que no hace nada porque él solo podría hacer un poco”
Qué podemos hacer para conseguir no perder la soberanía alimentaria. Ya sabemos cuando vamos a votar, que suelen cambiar pocas cosas. Pero ¡Ay! Señores, cuando vamos a la compra y nos gastamos nuestro dinero. Ese es el momento más importante para cambiar el MUNDO, ahí tenemos realmente el poder.
Si poco a poco nos vamos concienciando y vamos comprando sólo las cosas que son justas, si compramos directamente a los campesinos (Km 0), si compramos en las tiendas pequeñas locales de alimentación ecológicos (donde los agricultores no dependen tampoco de las industrias químicas, además de mejorar nuestra salud y la del planeta) el poder se diversifica, y la sociedad pasa a tener mayor poder de decisión sobre los alimentos.
En definitiva, mayor Soberanía Alimentaria, que es de lo que se trataba la charla.
Un saludo.
Jesús Aranda Torres
