El viernes 8 de Marzo, Ion, propietario del restaurante-tienda MULIATEKO GIROBA en Muliate Plaza nº 10 de Hondarribia, y su mujer Iliarne, propietaria de la cafetería y de la tienda de jardinería, Endanea en Hondarribia; organizaron una excursión con un grupo de personas para venir hacer una visita guiada a nuestro olivar.
El interés de este grupo por venir, surgió después de hacer una cata de nuestro aceite en su restaurnate: MULIATEKO GIROBA (que se come muy bien). Tanto Ion como Iliarne en sus respectivas tiendas, venden nuestro aceite. Venden productos ecológicos y cuidan mucho de sus clientes.
Estuvimos muy a gusto, paseando por los olivos, dando la explicación del organismo agrícola que se está formando, y hubo mucho interés por parte de los asistentes que participaron e hicieron bastantes preguntas.
Paso a describir en qué consiste la visita guiada de nuestro olivar ecológico, en esta época y las vivencias que tuvimos con este grupo.
Se comienza en la entrada al olivar donde se encuentra la balsa de la finca, punto importante ya que es el lugar de las fuerzas del agua. En esta balsa viven ranas, libélulas, culebras, etc. y además sirve para dar bebida al resto de animales que habitan la finca. Perdices, liebres, conejos, lagarto europeo, sapos, pájaros insectívoros como jilgueros, calandrias, petirrojos, carboneros, alcadrón, y un largo etcétera. Rapaces como águilas conejeras, cernícalos, halcones, lechuzas, mochuelos, etc.
Vamos bordeando el olivar y caminamos al lado del seto que rodea la finca: “la piel del olivar”, compuesto de espino blanco, aladiernos y pacharanes. Estos últimos ya floreciendo y estaba precioso. Observamos también las perchas que pusimos para las rapaces y nos invaden los colores de la cubierta vegetal, que como manto mullido vamos pisando, compuesto de caléndulas, diente de león, ciapes, medicagos anuales, linos, etc.
Vamos dando la vuelta y observamos las colmenas de abejas con su incansable trabajo. Entre las filas de olivos nos encontramos con los frutales variados que además de diversificar el olivar, nos aportan fruta ecológica, de los cuales estaban en flor los ciruelos, albaricoques, melocotoneros y pavías.
Y con esto hemos pasado por los olivos arbequinos. Cruzamos el barranco con sus tamarices en flor y entramos en la variedad arróniz, donde subiendo el carasol nos encontramos el final del olivar bordeado con almendros que nos inundaron con el color de sus flores.
Vemos el compost y explicamos todo lo relacionado con él, cómo se hace, el tempero, cuándo se echa y le damos la importancia que merece.
Si es época y hay tiempo, entramos a la huerta donde producimos una pequeña parte de las hortalizas que vendemos en la ecotienda. (Que en esta ocasión no teníamos tiempo).
Ya volvemos poco a poco hasta el inicio, y nos vamos a nuestra casa donde preparamos una cata del aceite, resultado de todo lo que acabamos de ver en el olivar. Con el objetivo de que los visitantes tengan criterios a la hora de probar y consumir aceite, hacemos en la cata una breve explicación con puntualizaciones no muy técnicas sobre cómo encontrar en el aceite sus aromas y saber identificar todos sus beneficios.
Y terminamos como siempre degustando unas tostadas con aceite, tomate, jamón y ajo, dependiendo un poco de la época que se haga la visita.
También si hay interés podemos ir a ver la ecotienda y carnicería ecologica que tenemos en el centro del pueblo a 2 minutos andando desde casa, visitar el pueblo y así completar la visita.
Que esta vez, por falta de tiempo, nos saltamos lo de nuestra casa y pasamos directamente a la ecotienda donde degustamos nuestro aceite y la breve explicación dicha anteriormente.
El resultado es una mañana muy agradable donde intentamos dar a conocer cómo hacemos la producción ecológica del olivar y por consiguiente el aceite de oliva virgen extra ecológico con todo nuestro cariño y dedicación.
Además de conocer gente de verdad, que nos dejan entran en sus vidas contándoles nuestras vivencias, aprendiendo de ellos otras cosas y por supuesto haciendo nuevas amistades que eso fortalece y engrandece mucho.
¡Animaros! Os esperamos siempre que queráis venir a vernos.
Un saludo.
Jesus Aranda.
